Antes de introducir el plástico en bruto en la línea de producción se realiza una separación de todas aquellas materias no deseadas. Estas pueden ser piezas metálicas, tierras, etc. Esto permite un funcionamiento mejor de las máquinas que equivale a una mayor producción y calidad del producto final.

Contamos con un triturador que nos permite trabajar con grandes volúmenes de producción. Mediante el movimiento rotatorio de un cilindro con piezas desgarradoras obtenemos un material homogéneo y de pequeñas dimensiones. Unas características que facilitan su posterior tratamiento en las siguientes operaciones.

Una vez triturado el material procedemos a su lavado. Nuestras instalaciones están dotadas de dos tanques de lavado para descartar toda la suciedad que pueda contener el plástico que recibimos. El hecho de realizar dos fases de lavado, en vez de una, nos asegura que el resultado sea óptimo.

A continuación del lavado el plástico pasa por la centrifugadora. La función principal de la centrifugadora es la de secar el plástico mojado que proviene de la fase de lavado. De esta manera conseguimos preparar el material para su posterior fase de homogenización y extrusión.

Para el caso del polipropileno y el polietileno de alta densidad triturados, como no se grancean, en esta fase se termina su  línea de producción.

Antes de someter al plástico triturado, limpio y seco a la extrusión este se debe homogenizar. Para ello se deposita el material en un silo que mediante el movimiento rotatorio de unas palas se consigue mezclar y homogenizar.

El plástico homogenizado se vierte a la tolva de alimentación de la extrusora. Mediante la energía térmica generada por los calentadores eléctricos y la fricción mecánica se consiguen crear las condiciones de temperatura y presión de fundido deseadas para cada tipología de termoplástico. En esta fase también se añaden los aditivos y colorantes necesarios según las necesidades específicas de cada uno de nuestros clientes.

El plástico fundido que sale del husillo de la extrusora pasa por un sistema de filtración. Este sistema, a través de un conjunto de mallas, retiene el paso de partículas provenientes de contaminantes, infundidos, requemados o degradados del material. 

El plástico fundido que sale del sistema de filtración se somete al proceso de peletización o granceado. Este proceso consiste en la compresión del plástico en forma de granza o “pellet”. Esta granza obtenida representa la materia prima necesaria y suministrada a nuestros clientes para producir nuevos productos plásticos.

La granza producida se somete a unos análisis y control de calidad para garantizar su buen resultado. En esta crucial fase del proceso se estudian sus propiedades cómo forma, color, índice de fluidez y densidad para determinar si cumplen los requisitos expresados por nuestros clientes.

Una vez superado el análisis y control de calidad la granza esta lista para ser envasada en Big Bags y enviada a nuestros clientes.